las cifras de empleo en Estados Unidos que indicarían una posible recesión económica, la subida de tasas de interés en el Banco Central de Japón después de 30 años y uno de los más pronunciados descensos de la Bolsa de ese país desde 1987; contagiaron todos los mercados del mundo y con ellos una caída histórica similar a las que se presentaron cuando comenzó la pandemia. El índice Nikkei perdió 13,4% de su valor, en Dow Jones 2,6% y el Euro Stoxx 500 1,49%, por citar algunos
las cifras de empleo en Estados Unidos que indicarían una posible recesión económica, la subida de tasas de interés en el Banco Central de Japón después de 30 años y uno de los más pronunciados descensos de la Bolsa de ese país desde 1987; contagiaron todos los mercados del mundo y con ellos una caída histórica similar a las que se presentaron cuando comenzó la pandemia. El índice Nikkei perdió 13,4% de su valor, en Dow Jones 2,6% y el Euro Stoxx 500 1,49%, por citar algunos
Ante esta incertidumbre, volatilidad o posibles riesgos de perdida, algunos inversionistas salen a vender sus inversiones para “no perderlo todo”. Sin embargo, no debe tomar medidas desesperadas, los mercados son volátiles y esto significa que durante el tiempo que tenga su inversión va a experimentar valorizaciones y desvalorizaciones, por lo que debe pensar con cabeza fría para determinar las acciones que le resulten más convenientes.
Fiduoccidente, le trae un par de recomendaciones para no dejarse contagiar por la presión del mercado y tomar decisiones adecuadas para su inversión. Lo primero que debe hacer es analizar la situación objetivamente, Daniel Escobar, Director de Estrategia e Investigaciones Económicas de la Fiduciaria de Occidente aconseja: “tener claro el horizonte de inversión y verificar constantemente que el portafolio sea consistente”, esto quiere decir que analice los activos en los que invierte, el tiempo en el que usted planea tener su inversión y así poder reajustar los objetivos
si su portafolio está expuesto a mercados accionarios muy posiblemente puede estar presentando desvalorizaciones, pero si sus inversiones, están enfocadas en el mercado de renta fija lo que está percibiendo son valorizaciones; por ende, aunque debe monitorear lo que está pasando alrededor, no es necesario que tome medidas apresuradas.
Esta mezcla entre renta fija y acciones determina si su portafolio presentó desvalorizaciones o valorizaciones el 5 de agosto. Estos eventos son la oportunidad para confirmar si el portafolio es adecuado para mis objetivos y para mi perfil de riesgo. Si tengo un objetivo de largo plazo y tengo la capacidad y disposición a aceptar las mayores volatilidades asociadas a portafolios alineados con estos objetivos, debería mantener el rumbo y no reaccionar apresuradamente a la primera alerta.
Si, por el contrario, mi disposición a aceptar volatilidades y pérdidas transitorias como las del 5 de agosto no es tan alta como pensaba, debo reajustar mis expectativas de rentabilidad de largo plazo a la baja, con portafolios menos expuestos que tienen menos probabilidad de registrar este tipo de sorpresas negativas. ¿Cómo hacerlo? Simplemente reduciendo la exposición a mercados accionarios y aumentando la participación de instrumentos de renta fija de alta calificación y plazos de vencimientos acotados.
Que la desvalorización del 5 de agosto no le generó un impacto negativo en su estado de ánimo y que sus finanzas personales lo pueden absorber. Esto puede ser una señal para ser incluso más agresivo y aumentar la exposición a esos activos que tienden a presentar mayores rendimientos en el largo plazo, a pesar de sus recientes desvalorizaciones. Si este es el caso, aproveche estas oportunidades de manera metódica. Póngase unas metas de inversión periódicas para ir haciendo este ajuste de manera paulatina. Recuerde el adagio popular “no por levantarse más rápido amanece más temprano”. En gestión de inversiones hay que actuar, pero no hacerlo con el sentimiento sino con la cabeza.
